Seguidores

Me han visitado

miércoles, 22 de diciembre de 2010

¡Lotería de Navidad!

Hola hermosas mías

Espero que hoy la Diosa Fortuna haya repartido muchas alegrías, aunque a mí ya me visitó el pasado 26 de Febrero.

Besos a todas!

martes, 21 de diciembre de 2010

Busco un baúl...

Hola, busco baúl, resistente al paso del tiempo, donde pueda guardar con mimo todas las cosas que significan un mundo para mí.

Quiero darle a mi hijo ese baúl cuando llegue el momento oportuno, cuando de verdad tenga la certeza de que es lo suficientemente maduro para saber lo que significan y significaron para mí las cosas que he ido depositando dentro a lo largo de los años. Para él.

Ese momento habrá llegado cuando él sea padre, pero imagino que, aunque espero vivir lo suficiente para verlo con mis propios ojos (para lo cuál comeré más fruta y verdura, 8 horas de sueño diario y hacer ejercicio...ejem), acabaré dándoselo antes.


Hace unos meses encargué especialmente para él un cuaderno y un álbum, hechos a mano con cuidado y con mucho cariño, tal y como lo queríamos su padre y yo, lo queríamos único y especial, como lo es él. Su temática es la de El Principito, precioso cuento de Antoine de Saint-Exupéry, que nos enseña lo valiosísima que es la vida, y de lo poco que nos damos cuenta a lo largo del día porque tal vez, no nos dejan.



Ese cuaderno, ya a medio escribir, está lleno de emoción y sentimiento, de recuerdos, de vivencias de su padre y de su madre, de fotos, de ecografías, tarjetas de lugares a los que los tres hemos ido por primera vez, sobres de azúcar de los sitios donde fuimos a merendar celebrando sus primeros meses de vida o símplemente a merendar, fotos improvisadas de fotomatón, la familia al completo; recuerdos; trozos... y fotos de las cosas que nos ha ido rompiendo... en definitiva de todo aquello que ha despertado en su padre o en mí cualquier tipo de emoción. Por tonto que pudiera parecer, ¡no hay nada absurdo!
A lo largo de mi vida espero seguir llenando cuadernos y cuadernos, de nuevo hechos a mano con mimo y especialmente para él, convirtiéndonos su padre y yo en su memoria, en sus recuerdos.
Y por supuesto espero tener muchas cosas que contarle, de cómo fue la primera vez que me abrazó, de cómo fue la primera vez que me dijo que no, de lo poco que le gustó el primer puré de zanahoria y patata, de lo que significa para mí cada día sentir su carita pegada a la mía.

El álbum, aún sin empezar a llenar, será otro recuerdo para el futuro, lleno de aquellas fotos que por el motivo que fuera, son realmente distintas, o tengan una historia detrás.

A día de hoy la llenaría de fotos y recuerdos que a día de hoy, con 9 meses, tres semanas y 3 días de vida que tiene mi hijo, ya tengo grabadas a fuego en mi memoria, pero cuando pasen los años oportunos, serán sólo unas cuantas las que irán dentro, y tendré que explicarle el por qué.

Irán protegidos para evitar que la humedad no los estropee, es mucho lo que significa para nosotros, y más significará a medida que pasen los años.
He comprado unas pequeñas bolsitas de organza, dentro de las cuales iré depositando ciertos objetos; y encargué a una chica de USA que me preparara unas etiquetas, con un mensaje para él, para atar en cada bolsita.

Entre otras cosas llevo guardadas ya unas cuantas (o en breve guardadas), todo con su foto que ilustrando el momento, y por supuesto sin saltarme las tradiciones típicas:
- Mi test de embarazo
- Las pulseras del hospital
- La pinza de su ombligo
- La tarjeta de la cuna en la que durmió por primera vez (durante el tiempo que no estaba encima mía, que eran prácticamente las 24 horas que pasamos juntos en el hospital).
- El conjunto al completo con el que se le vistió la primera vez.
- Su primer traje de Hallowen
- Su primer disfraz navideño, hecho de nuevo a mano, que consta de un gorrito rojo de lana con cascabel, chalequito, botitas rojas de lana y pajarita verde. Aún sin estrenar.
- El periódico del día que nació.
- Lo primero que me rompió (mis gafas)
- El primer regalo que me hizo su padre
- La primera foto que nos hicimos al comienzo de nuestra relación
- Recuerdos de nuestra infancia (mi primera carta a los reyes, la primera cartilla de notas de su padre...)
- Recuerdos de los abuelos maternos y paternos, fotos antíguas, trofeos de atletismo, canto y pintura...
... etc

En un futuro iré añadiendo más y más bositas de organza, con su etiqueta con mensaje, con su primera vela de cumpleaños, su primer diente, su primera nota del cole, su primera carta a los reyes...
Lo voy a llenar de las piezas que conforman nuestra vida.
Así que...

... busco baúl que sea resistente al paso del tiempo.

Dedicado a todas vosotras

A las que desean, a las que esperan, a las mamás, a nuestras madres, a nuestras hijas... dedicado a todas.


miércoles, 24 de noviembre de 2010

Los Reyes han llegado antes!

Adios al antiguo parque!
¡que no nos gustaba nada!
¡en el que aplastamos la cara porque queremos ver qué pasa fuera y no podemos!¡
¡parque caca!


Hola parque nuevoooooooooooo!


Qué ganas de llenarlo de bolas!!!!!!!!!!!!!! siempre he querido meterme en uno!


Hoy me he sentido mala persona

El otro día soñé que estaba embarazada de nuevo, traía una niña y la ibamos a llamar Valentina.

En el sueño estaba muy ilusionada con la idea de tener un segundo hijo y además de que fuera niña.

Pero en la vida real, aunque tenemos claro que queremos tener dos hijos (al menos es lo que pretendemos, que la vida al final te lleva por donde quiere) a día de hoy tengo sentimientos encontrados.

Hoy por hoy no me veo capaz de dividir el amor que siento por mi hijo, quiero que sea todo, todo, para él.

A día de hoy cuando me levanto por la mañana y siento una inmensa alegría porque lo primero que hace mi hijo es sonreirme, esa alegría hace que... sólo por eso, mi vida tenga sentido.

Cuando se duerme en mis brazos y de repente todo aquello que tengo alrededor se desvanece porque sólo queda paz, sólo quedemos él y yo. No hay nada más. No hay nadie más.

Se están grabando a fuego todos y cada uno de los momentos que tengo con él en mi memoria.

Si tengo un segundo hij@... ¿seré capaz de sentir con la misma fuerza e intensidad, y de seguir muriendo de amor por mi primer hijo?

...

Se que sí, que todo ésto es una soberana tontería, que una madre tiene esa infinita capacidad de dar amor sin recibir nada a cambio, y de dar la vida por todos y cada uno de sus hijos, porque forman parte de ella, y muere sin dudarlo por cada uno de ellos. Sin distinción.

Pero...

... el que se me haya pasado por la cabeza... me convierte en mala persona?

lunes, 8 de noviembre de 2010

Bracitis aguda...

Recién llegada de vacaciones y aún con un porrón de ropa por lavar... ya estoy deprimida por volver a casa y sufriendo un tremeeeeeeeeeeeendo retroceso con mi hijo.

Hago un pequeño resumen.

Al nacer dormía como los ángeles, como todos. Comía regular (sigue haciéndolo, ha salido a su madre a su edad) pero dormía.

Hasta que un día de repente dejó de dormir. Durante el día era imposible, siempre como un búho. Con dos meses cuando aún tendría que estar durmiendo 16 horas al día, ahí le tenía. Y por más que le acunaba en brazos, le metía en el carro, le cantaba y le ponía a oscuras... nada. Despierto.Y yo...


Por la noche se dormía cuando buenamente quería, y se despertaba, eso sí, religiosamente una o dos veces para su biberón. Así que esas horas al menos se respetaban.

Al cumplir los 5 meses aproximadamente, empecé a "obligarle" a dormir. En brazos aunque fuera pero poco a poco cogió su rutina y empezó a echarse sus sientas de rigor.

Biberón por la mañana.

Consegúía un rato de siesta de unos 20 minutos como muchíiiiiiiiiiiiiiiisimo... pero ya era un logro.

Bibe del mediodía, otra siesta de 15 o 20 minutejos, bueno, al menos duerme.

Y lo mismo con el de la tarde.

Eso sí, la hora iba cambiando pero el biberón de la noche se quedó en uno, y una ya se acostumbró.

Las siestas a medida que pasaba el tiempo se iban haciendo cada vez más fáciles, ya se frotaba los ojos, se echaba la mano a la oreja, se ponía serio y ea! era el momento! dos meneos y sobao! incluso llegué a echarle medio roque una temporada en su cuna que no le hacía ni falta. Se dormía solo!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! yupiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

Según volvimos de vacaciones mi chiquitín cumplió los 6 meses... y yo me preguntaba si aún seguía pidiendo el biberón de la noche porque tenía hambre, o porque le despertabamos con las sábanas, un leve ronquido...

Así que hicimos el experimento. Llegó la hora de irse a su cuarto.

Yupiiiiiiiiiiiiiiiii!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! Empezó a dormir del tirón! llegaron los 7 meses y mi hijo dormía sus 12 horas, y se echaba sus dos o tres siestas diurnas tras las comidas.

A los 7 meses pero más vale tarde que nunca!!!!!!!!!!!!!!!!!!! Mi hijo consiguió esa rutina!

CASI ME HAGO CAMISETAS!!! "MI HIJO DUERME TODA LA NOCHE!!!!!! CHINCHA A TODOS LOS QUE PRESUMÍAN DE QUE SUS HIJOS LO HACIAN TODO BIEN DESDE QUE NACIERON!!!!!!"


(porque a eso le dedicaré otro día un pequeño post... los hijos de los demás sieeeeeeeempre son buenísimos desde recién nacidos, comen de lujo, duermen miles de horas y son maravillosos... y un porra!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! Todo el mundo miente!!!!!!!!!!!!!!!!)

Bueno, que me pierdo.

Pues nos encontramos... en qué punto?

En este:



Hemos vuelto a nuestros mejores momentos:

"Sólo quiero brazos"
"Me despierto varias veces por la noche, pero no sólo eso, es que quiero que venga mamá a cogerme porque me desvelo y encima com soy más mayor y fuerte cojo una rabieta del quince"
"No quiero siestas en la cuna ni en el carro, sólo en los brazos de mamá!"



Toy muerta en vida... uffffffff....

Hasta el día de hoy he sido contraria a Estivill... por favor, que alguien me convenza de que debo cogerlo y desempolvarlo de mi librería sin sentirme culpable...

lunes, 25 de octubre de 2010

El Principito

La emoción me embarga las carnes serranas.

Estoy preparándole un regalo a mi hijo precioso, y me encanta!




Hago foto y os cuento ;)

A lo Britget Jones

Sí, ya no estoy embarazada y ya no vale eso de que: "Como estoy preñada y tengo excusa, me como todo lo que me encuentre por el camino"




Balance pesil:


- ¿Kilos al quedarme embarazada? 54 kl.
- ¿Kilos al dar a luz? 72 kl (sí, verídico)
- Engorde final: Uhmmmmmmmmmmmmm... pues sí, 18 kilazos.

Cómo vamos? Pues vamos a ver... a los 15 días de la cesárea había perdido 12. Pesaba 60 kl.

No estaba mal, pero aún me queda un largo recorrido... pero claro, es un poco pronto no..? tengo excusa!

A día de hoy, aún proponiéndomelo todas las semanas, no me he puesto a dieta.

Pudiéndome además hacerme cositas sanas y sabronas con mi super olla! (especial cariño que la tengo, la compré y acto seguido me ingresaron)
Sin hacer nada, tras el veranito, otros 3 han salido volando...

Peeeeeeeeeeero... cómo me quito los 3 restantes? cuál es la mejor forma? hacer dieta estando en casa es duro, corto por lo sano? voy poco a poco?

No puedooooooooooooooooooooooooooo!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

Peso 57 kilos. Empiezo la cuenta atrás.

Lunes 25 de Octubre:

- 1 café con leche. Y azúcar.
- 6 galletas nada sanas.
- Bol de aceitunas.
- Bol de patatas fritas.
- Cerveza y media.
- Pechuga de pollo (pero no preparada de forma muy sana diría yo...) acompañado de mayonesa.
- Pan. Claro. Y bien rico.
- Cero agua.

*Punto a mi favor: las patatas y aceitunas compartidas.

Así que... así estamos.


¿QUÉ HA SIDO DE MI PERSONA???????????

(Y sí, tengo una faja).

Empezar de cero

Noooooo, no estoy buscando de nuevo quedarme embarazada.

A eso ya le dedicaré otro día un post.

Mañana mi hijo hace 8 meses. Y desde que nació apena he dedicado tiempo a escribir en el blog.

No ha sido por falta de tiempo ya que el niño es un ángel y por circunstancias de la vida, poco antes de que naciera me quedé sin trabajo.

Símplemente lo dejé abandonado. Y cuanto más pensaba en ello, más difícil veía empezar a escribir porque claro: "Quién va a querer leerme y ésto está muerto..."

Lo lógico es que todas aquellas que me leíais y me seguíais pues... ya no entréis. Yo tampoco lo habría hecho.

Sólo quiero pediros perdón. Perdón porque me acompañásteis desde el principio, durante todo el proceso de búsqueda, de embarazo, y después de nacer mi bebé, no lo compartí como debiera.

Así que asumo que ya no estéis. Y lo siento muchísimo.

Y ahora, con fuerzas renovadas bloguiles, y con ganas de poner una y mil chorradas, espero que si alguien que por casualidad entra porque Dr. Google le redirigió aquí, pues que dedique un segundillo que eso me hará especial ilusión.

Y sobre todo... que me escribáis. Me encantará ver "1 comentario...", "2 comentarios..."

Sí!!!!!!!!!!!!!!!!! Subidón!!!!!!!!!!!!!!!!! no escribo para mi misma!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

Así que...

viernes, 1 de octubre de 2010

El después...

Cuando desperté ya se habían llevado al niño y ya me habían cosido.

Me sacaron fuera para recuperarme. Como era muy tarde ya no quedaba nadie por ahí, así que me quedé en una sala tumbada en la camilla al lado de un montón de camillas vacías. Y claro me puse a llorar.

¿Por qué?

- Por las hormonas.
- Porque me había asustado muchísimo y descargaba el estrés.
- Porque me sentía culpable. Culpable de no haber disfrutado del nacimiento de mi hijo y de que sólo quería que me lo sacaran para que me durmieran.

Así que... me vieron tan mal que me dejaron más tiempo abajo, más tranquila, terminando de llorar lo que tuviera que llorar. La cicatriz me dolía por el lado derecho.

Al subir, aún en el pasillo se acercó mi chico con los ojos rojos de llorar: "Es precioso, es perfecto, no se parece a ti!!"
(quiso hacer una coña, ya que yo era bastante feucha cuando nací, y siempre me decía que: "Pobre niño, más vale que no salga a su madre" :-P)

Pero yo no estaba para coñas jope..., lo siguiente que le dije fue: "No se si voy a poder pasar por ésto otra vez". Me contestó con un "Vale", supongo que entendió que no quería hablar del tema.

Pero entré en la habitación (llorano como una magdalena!!!!) y lo vi. Con mis padres y mis suegros, todos llorando, felices...

Todo cambió, ya no me dolía, ya no me importaba! volvería a pasar por ello una... y otra... y otra más... y todas las veces que hicieran falta, era mi hijo!!!!!!!!!!! yo le quería con toda mi alma y durante la operación se me había olvidado... cómo pudo ocurrir eso!!!!!!!!!!!!

Sólo de recordarlo lloro. Lo digo en serio!

Sano, bello, alerta, asustado, y me necesitaba.

No se puede explicar. No se puede describir. Sólo se sabe cuando se tiene un hijo. Imposible redactar esa sensación y ese sentimiento. IMPOSIBLE.

Todo mereció la pena, y en ese momento supe que ya me podía morir tranquila!

jueves, 15 de abril de 2010

26 de Febrero (actualizado)

...sí, sigo viva...

Por dónde iba...? Ah sí!!!! Que me ingresan!

Tras un colacao con galletas, me voy a la cama. La verdad que una vez allí no sabía exactamente qué pensar. durante todo mi embarazo me acompañó la calma en lo que se refería a la llegada de ese día; no me asustaba el dolor, no me asustaba el parto... lo que realmente me asustaba era pensar que pudiera pasarle algo, o que tuviera algo... pero una vez allí, y ya en la cama del hospital a oscuras, muchas cosas rondaban mi cabeza.

No era vértigo, pero se le parecía. Estaba demasiado "acostumbrada" a estar embarazada. Y eso se acababa inminentemente.

A las 7:30 de la mañana, viene una enfermera y me pone un enema. Una botella inmensa de dios-sabe-qué... acostumbrada a los supositorios de Rovi, jesús.., iba a reventar...

"Ya me lo pongo yo"... - "No, no te preocupes... ponte de lado..." (le sigue un momento violento...).

- "Espera de tres a cinco minutos....."

.... a los 50 segundos ya era insoportable por favor... si aguante 90 segundos fue de milagro...

En fin, lo siguiente...

Me ducho (adios peinado) y a las 8 en punto aparece el matrón de turno (joe, no podía haber sido una mujer...?) y me rompió la bolsa (que por cierto, dolió bastante, metió la mano así en frío y listo).

Así empezaron las 12 horas de parto en las que estuve monitorizada y sin moverme de la cama.

Al mismo tiempo, en la habitación de enfrente, otra chica en la misma situación que yo, a ella la inducían el parto, ignoraba el motivo...

Sigamos.

La verdad es que apenas notaba dolor, las contracciones iban a más, pero poca cosa.

Alrededor de las 10, llega otra matrona. Tremendamente seria y antipática.

Tacto: "Has dilatado dos dedos, vas fatal".

Ea, a darme ánimos.

A las 11. Estamos igual.

A las 12: Dilatación dos dedos.

"¿Te molestan las contracciones?"... - "Pues no, apenas nada..." - "Pues hala, te bajamos a ponerte la epidural".

(30 minutos antes bajaron a la chica de enfrente).

Entonces llegó un celador tremendamente simpático, muy charlatán, que no se... me recordaba a alguien, y según le iba mirando, estaba casi segura de que me recordaba a un antiguo compañero de trabajo...

Ya abajo, me negué en rotundo a ver esa aguja... pánico nº 1.

- "Relaja los hombros y bájalos"... - "Baja más los hombros, baja más..." (joder..... pero tanto me va a doler...?)

Bueno, ¡no dolió absolutamente nada! le tenía un pánico absurdo, sí que es molesta la presión posterior (cuando entra a la anestesia), ¡pero nada apenas! (... ahora, me da la impresión de que me han pinchado un poco a la izquierda... bah... tonterías mías...).

Oooooootra vez a la habitación.

A todo esto, el celador simpático, una vez de vuelta, me dice...

- "¿Tú has estado alguna vez más aquí?"

- "Sí"

- "Tuviste un aborto y te practicaron un legrado ¿verdad?"

- "Pues sí, el año pasado".

- "Pues fui yo quien te bajó a quirófano, además recuerdo que te decía que pensaras en cosas bonitas... y mira que pasa por aquí gente, pero me acordaba de tí, no preguntes por qué..."

Bueno, me quedé alucinada.

Como ya no dolía, me subieron la oxitocina al tope, es ahí donde los picos del gráfico ya empezaban a ser importantes... bien, esto marcha, y no duele, que es lo mejor, yupiiiiiiii ;)

A las 14 vuelve la matrona con un doctor. Sigo con dos dedos. Pero cómo es posible ésto... "¡más que un cuello del útero es un pescuezo!"

A las 15 la chica de la otra habitación tiene ganas de ir al baño... la cabeza de su niña está saliendo y en 30 minutos ya estaban arriba!"

(Por favor, y yo qué...?)

El caso es que pasan las horas y yo sigo igual, me suben el respaldo, me lo bajan, me hacen girarme de un lado para otro (20 minutitos de cada lado para que la epidural se reparta bien...), y cada vez que me exploarban... "¡dos dedos!"

A mí me pasaba la idea una y otra vez por la cabeza de... "qué bien, una cesárea!"

Yo creo que a esas alturas aún no me había hecho a la idea de que se echaba encima el parto, no quería pensar en ello, en los empujones, en la episiotomía, en que pasara algo, en que tuvieran que utilizar forceps, ventosa... yo quería una cesárea y parecía que encima las cosas me salían bien!...

No recuerdo exactamente a qué hora acabó el primer bolo de la epidural. Me lo cambiaron y ale, a seguir girándome... sólo que... "qué raro, es que noto las contracciones por un lado y no por el otro, una pierna está completamente dormida y la otra no..."

- "Por eso tienes que girarte de un lado a otro, sigue así!"

Así que seguí así.

Lo volví a comentar dos veces, y las dos veces me ignoraron (yo tampoco suelo ser muy convincente con tal de no molestar al personal, así me va...)

A las 20 viene mi matrona y un ginecólogo: "Bajamos a operar".

Tenía en mi habitación a mis padres, a mis suegros, a mi chico... y de repente me entró... pánico. Me faltaba el aire, algo preguntó mi padre al ginecólogo y le empecé a chillar... no se qué me pasó.

Me bajaron y bueno, matrona nueva por cambio de turno, y vino el ginecólogo... vino el ginecólogo del que huí cuando tuve el aborto en la otra ocasión, me cambién de equipo médico, primero por no asociar el médico o equipo de médicos con el que me salió mal la cosa la primera vez, ... y segundo porque no me gustaba un pelo, me hacía sentir una tonta cada vez que iba, y por superstición, ya ves.

Pues vino él! algo tenía que salir mal!!!!!!!!!!!!!!!!!!

En fin, anestesista a mi derecha, matrona a mi izquierda, ambas encantadoras, me preparan toooooooda la parafernalia, me tapan para que no pudiera ver nada.

Se me hizo eterno.

Y de repente me entraron los calores, ganas de vomitar, tenía ganas de llorar y miraba a un lado y a otro sin saber qué hacer porque sabía que no debía mover un pelo.

Me acababan de cortar con el bisturí y estaba notándolo por un lado.

Lo que pasé fue... no se bien lo que pasé... no era el dolor completo, algo me tenía que haber hecho efecto la epidural, pero lo notaba, no del todo (no lo habría soportado) pero lo notaba lo suficiente como para que quisiera que me durmieran urgentemente.

Ni la matrona ni la anestesista me hacían mucho caso al principio, me preguntaban y yo sólo sabía responder "no lo se, no lo se..."

Y una le dijo a la otra que se me había "lateralizado" la epidural (que me la pusieron mal, vamos, sólo me hizo efecto en el lado izquierdo, en el derecho sólo un poco). Así que la matrona me agarró de la mano como si fuera mi madre, mientras que la anestesista me sujetaba la cabeza con ambas manos para que no la sacudiera, diciéndome que ya no podía hacer nada, que hasta que no saliera el niño no podía meterme nada...

Debí poner al pobre ginecólogo nervioso, el pobre tuvo que trabajar escuchándome a mi, y aunque se me hizo eterrrrrrrrrrrrno, supongo que lo hizo rápido.

Y salió todo bien, noté un tirón final y vi por encima de la tela que evitaba que viera algo, la espalda de mi hijo, pequeñín, sucio y llorando... su mini culete... y aún unido a mi, vi cómo cortaban el cordón (vínculo nº 1 roto, de todos los que quedan en la vida), y se lo llevaron.

Seguía en shock.

Me enseñaron la cara de mi hijo ya tapado, "es guapísimo, míralo, es guapísimo...", pero yo sólo decía: "dormidme, por favor, dormidme".

Y ahí me durmieron.

viernes, 2 de abril de 2010

23 de Febrero del 2010, quién me lo iba a decir

39 + 3 semanas de gestación.

18 kilos de incremento en el peso (ufff....).

Estado general: Estupendo, muy ágil, curiosamente mucho más que en los dos últimos meses.

La Tripa: No me pesaba (nunca lo ha hecho), cada día más alta, alucinante... este enanillo mío se resiste a salir el tío.

Comía bien, dormía bien... a pesar de haber leído y escuchado lo mal que se duerme en la última etapa, yo dormía perfectamente, con una almohada dura entre las piernas desde el segundo trimestre (y que aún no me he quitado, me he acostumbrado a "abrazar" lo que mi chico ha bautizado "El muro de Berlín"... qué le voy a hacer, ¡es más cómodo que él!).

Me tocaba ir a una revisión ginecológica en el ambulatorio, rutinaria, aparte tenía que recoger los resultados del exudado vaginal, ya que la última vez se habían extraviado.

El caso es que, de nueeeeeeeevo, esos resultados estaban desaparecido, los habían perdido irremediablemente y no daba tiempo a hacer la prueba de nuevo. Mierda. De nada sirvió que me metieran un palito donde yo me se.


Como de costumbre, me pesaron y me tomaron la tensión... 13 de máxima - y la mínima...? Uhmmmm... "vamos a tomártela otra vez". Y otra, y otra...

¿Qué ocurrió diferente? Mi tensión estaba descompensada... ¿pero por qué? si la he tenido perfecta (tirando a baja) durante todo el embarazo... ¿por qué debía preocuparme?

El caso es que me la tomaron varias veces... hasta que se quedó en 13 - 9.

"Te vas a tomar la tensión todos los días a la misma hora, si ves que la mínima sube de 9, vete rápido al hospital; quítate la sal y las grasas, que total para lo que te falta...".

Pues sí, para lo que me faltaba, ya me daba igual... ¿para qué me iba a quitar la sal y la grasa?... en fin (la menda, que es más idiota que la media).

El míércoles 24, con un sol tremendo y un estado físico estupendo, me fui a dar una vuelta por la mañana, qué lejano lo veía todo a pesar de la fecha... ¡si es que era imposible que me pusiera de parto! las contracciones ni olerlas, en su día notaba las famosas contracciones Braxton - Hills, ahora ya ni eso... porque l niño se movía que daba gusto, que si no, ya estaba emparanoiada...

Me tomé la tensíon en una farmacia: 14 - 8,5. "¡Muy bien! , puedes estar tranquila" (...no... si ya lo estaba).

El jueves 25 fue otro cantar... mucha lluvia, ¡qué horror!, paso de ir a tomarme la tensión... qué coñazo de tiempo, me quedo jugando a la PS3, ¡si ayer estaba fenomenal!

Después de comer asomó el sol, me fui con una vecina a dar un buen paseo, a ver si este niño se animaba... pero no, si es que no hay forma de que esa tripa bajara un milímetro.

Mi amiga me peinó, y me dejó estupenda. Además, recién dado el color... ¡¡¡si es que no tengo pinta de parturienta!!! ¡Así cómo me voy a poner de parto!

Me vino a buscar mi chico, nos fuimos a un Hipermercado, donde merendamos tortitas con nata (para qué me voy a preocupar yo de las grasas...),
y me compré una olla rápida (ole, ole...).

Y nada, según volvíamos a casa, "cariño, vamos a la farmacia que cierra a las 22 horas y así me tomo la tensión, que hoy no he ido..." (eran las 21 horas).

Y según llegamos, me toman la tensión: 12 - 9.

El farmacéutico se me queda mirando, y me pregunta que de cuánto estoy... y yo le contesto que de "ya"... "¿Qué hago?"... y él me responde "Si fuera tú me iría al hospital cagando leches".

¡Pero bueno! cómo puede ser todo el mundo tan exagerado, si yo me encuentro perfectamente... no me duele la cabeza, no estoy mareada...

Llegamos a urgencias a regañadientes, pretendía ir al día siguiente pero el histérico de mi chico insistió, bueno vaaaaaale..., y no me había sentado en la sala de espera cuando ya me estaban llamando... inaudito.

Me toman la tensión de nuevo: 14 - 10. Según lo ve la enfermera, coge un teléfono en un despachito y hace una llamada corta; vuelve a salir y me dice: - "¿Pero no estás mareada?", y yo respondo que no..., -"¿Estás nerviosa?", hombre, pues ahora un poco joder...

Baja una ginecóloga, y tras hablar un ratito con ella, todo apuntaba a una Preeclamsia.

Para ello toman una muestra de sangre y de orina (hay que ver el nivel de proteinas); me controlan la tensión cada 10 minutos durante una hora, y me monitorizan en una sala aparte para que estuvieramos los dos más cómodos y con más intimidad, llevaría un buen rato.

¡Bien! La mínima disminuyó a 8,5 poco a poco, estupendo... -"Buá, cariño, ya verás como nos mandan a casa y me ponen una dieta de fliparlo, mecagoentó, no noto nada de contracciones y me encuentro estupendamente".

Pasa una hora, estábamos más aburridos que una mona hablando de chorradas, y viene otra doctora.

"Tienes muchas contracciones de parto (pero si no noto nada!!!!!!!!!!!!), es una Preeclamsia, el niño está mejor fuera que dentro, así que te ingresamos y mañana te inducimos el parto; enseguida te traemos los formularios de ingreso".

Así que nos miramos el uno al otro, se acababa de hacer real. No se por qué pero sentí una especie de miedo, yo no me había hecho a la idea aún... ¿mañana nace?

Y así fue.

(Al menos ingresé mona...)

jueves, 25 de marzo de 2010

Y un mes después...

Mañana mi niño cumple un mes.

No se cómo he podido tardar tanto es ser madre.

Es lo más grande, lo más precioso y lo más alucinante que me ha podido pasar en mi vida. Todo lo anterior... es menos, más pequeño, menos importante.

Y eso que lo he pasado regular, y es algo que tengo que contar aquí, pero no para desanimar a nadie (sigue siendo maravilloso a pesar de lo difícil que es el comienzo) sino para tranquilizar, todo lo que se siente, es normal, los miedos? los agobios? los lloros por las esquinas? pensar que eres mala madre? que lo haces mal? que no le alimentas correctamente?... normal; lo hacemos mejor de lo que creemos, pero a veces hace falta que alguien te quite las tonterías.


Todo, absolutamente todo, merece la pena.

Debo los detalles. Lo se!

lunes, 15 de febrero de 2010

Hoy primera cita con monitores...

El sábado por la noche mientras veía el tercer capitulo de Lost, y mi chico medio dormitaba en el sofá,... dolores! contracciones! pánico en la sala!!!... casi cogemos la bolsa como dos ilusos para lanzarnos a la carretera... next destination: el hospital, que estoy de parto!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

Al final nos lo pensamos mejor.

Hoy tan contenta a monitores... y con las mismas me han mandado a casita.

Está usted muy bien, el niño también, pero verde cual pimiento idem.

Así que nada, tranquilamente a casita a esperar el cuarto capítulo de Lost. Y enterita. Claro.

lunes, 8 de febrero de 2010

Sensaciones últimos días...

El jueves pasado me fui tan feliz a comprar a un supermercado.

Una vez allí, con los yogures en una mano y el queso en otra, empecé a notar cómo empezaba una especie de dolor menstrual, que como bien sabemos todas, es más que normal a estas alturas.

Pues bien, aumentaba y aumentaba, hasta el punto de notar que ese dolor se extendía a todo el lateral derecho de mi tripa, y a los riñones.

Notaba todo eso mezclado con un dolor de retortijones impresionante, no sabía qué hacer ni a dónde mirar... la realidad fue que me asusté... porque además no notaba la tripa dura, ¿qué podía significar eso?

El dolor cesó. Menos mal. Si no era una contracción, ¿qué era? ¿el niño hizo algo que ´me provocara ese dolor? ¿Se puede tener una contracción sin notar la tripa especialmente dura?

Al día siguiente cenamos en casa de unos amigos. Entre entrante y entrante empecé a sentirme igual... me daba algo pensando que qué vergüenza si tenía que levantarme enmedio de la cena y utilizar el baño...

El dolor volvió a cesar.

Desde entonces se repite el dolorcillo de ovarios a diario... sin pasar de ahí...

Me las prometía yo muy felices... "Noooooo... si yo estoy estupendamente, ni me voy a enterar..."

El momento ya no se ve tan lejano...


viernes, 5 de febrero de 2010

LA CUENTA ATRAS

22 días de espera, de hacerme a la idea de que ya está aquí en menos que canta un gallo...

Me parece mentira que después de tanta búsqueda, tanta ilusión y luego chasco, el aborto, el volver a empezar, el comienzo de mi embarazo, los sustos, el verlo todo tan lejos... pues ya se acabó, ya está hecho, mi niño está formado y puede venir en breve.

Me emociona la idea de verlo por primera vez, de tocarlo... me encanta la sensación de sentirlo dentro pero de alguna manera aún es irreal, porque seguimos siendo uno...

El día que se corte el cordón eso ya cambia irremediablemente, mi vida cambia irremediablemente.

Está todo preparado, su carro, su bañera, su cunita, su ropita lavada en los cajones...

Sólo falta él.

Con respecto a mi, me encuentro fenomenal, el mes anterior tuve mucha molestia pero curiosamente la cosa ha cambiado...

Con respecto a síntomas y mi estado:

- 16 kilos de más en mi cuerpo. Cosa que me da exactamente igual.

- Retención de líquidos brutal, que es lo que peor me lo está haciendo pasar. Pero nada, sólo hay que vigilar que no suba la tensión y eliminar sal todo lo que se pueda.

- Síndrome Nido exagerado... he sido consciente de ello hace nada...

- Las hormonas me han vuelto loca. De remate. No me quiero imaginar el postparto.

- El niño está en el percentil 30, y perfectamente. Lo cual para mi es todo.

Son sólo 22 días, y espero que aguante todo ese tiempo, para ver si coge un poquito más de peso...

Estoy impaciente pero a la vez aterrada... ¿lo haré bien? ¿sabré educarle en condiciones?

A veces las buenas intenciones no se traducen en buenos resultados, ¿me pasará a mi?

No quiero fracasar.

22 días!! No es nada.

Es probable que la próxima vez que escriba aquí (que ya hacía una eternidad...), sea madre.


Qué fuerte.

un besazo y mucha suerte a todas.
 
Aventuras y Desventuras en la Gran Búsqueda, y el después.... Design by Exotic Mommie. Illustraion By DaPino